¡Por fin nueva ley hipotecaria!
En las próximas semanas entrará en vigor la nueva Ley Hipotecaria que no sólo va a incorporar al ordenamiento jurídico español las directrices europeas en materia hipotecaria, sino que también va a incluir una batería de medidas para mejorar el mercado y facilitar a los consumidores la comprensión de las condiciones de uno de los contratos más importantes que firmarán en su vida.
Hasta ahora, la existencia de productos financieros y seguros asociados a la hipoteca era una práctica muy habitual de las Entidades Financieras. Forzar la suscripción de estos contratos suponía una práctica restrictiva de la competencia y era considerada como abusiva por Adicae Euskadi (Asociación para la Defensa de los Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros de Euskadi). Por un lado, algunas Entidades Financieras obligaban a ello como requisito para la concesión de la hipoteca -práctica que ya no podrán hacer- y, por otro lado, las que sin exigir tal obligación “incentivaban” la contratación de seguros a través de bonificaciones en el tipo de interés del préstamo –que serán las que se extenderán tras la reforma-.
Las Entidades Hipotecarias ya no podrán condicionar la concesión de un préstamo a la contratación de otros productos, algo que ocurre hasta ahora especialmente con los seguros de vida. Los clientes tendrán libertad para adquirirlos con entidades ajenas al banco, que, sin embargo, sí podrá combinar varias ofertas; es decir, la Entidad Financiera le mostrará una oferta de hipoteca con unas condiciones si no contrata ningún seguro u otro producto financiero, y otra, “con mejores condiciones” si voluntariamente opta por firmar un seguro u otro producto. El banco sólo podrá ofrecer productos adicionales que beneficien al cliente (por ejemplo, reducir el tipo de interés del préstamo). Las ofertas, además, deberán tener la aprobación del Banco de España.
En este caso, hay que considerar los aspectos económicos y de servicio y analizar si es una opción rentable, calculando cuál es el beneficio por esta bonificación y confrontarlo con el coste de un seguro de vida independiente en las mismas condiciones.